ASCENSIÓN AL PUIG CAMPANA DESDE FINESTRAT (27-10-2013)
A las 8:00 del Domingo 27 de
Octubre quedamos en la rotonda de los Anzuelos Israel, Teresa, Jordi, Kiko y
Raquel, pendientes de recoger a Noé al paso por Gandía. El cambio de hora, nos
permitió dormir un poco más, nadie se retrasó de modo que a la hora en punto
salimos rumbo a Benidorm, concretamente a Finestrat con la intención de
ascender el “Mítico” Puig Campana.
Aparcamos en la Font del Molí
donde pudimos llenar las cantimploras mientras observábamos como las familias
de la zona se disponían a pasar un día de paellas.
Casi al mismo tiempo de comenzar
la ruta, viendo la motivación de los participantes decidimos realizar la
ascensión por la cara Sur, inicialmente se había planificado por la cara Norte,
mucho menos exigente; parecía lo más adecuado después de tantos días sin hacer
una salida de este nivel. De retos vive el GM de modo que… Amunt i Avall!!!
A las 10:30, (340m SNM)
comenzábamos la ascensión camino de la mítica Pedrera del Puig Campana. La zona
inicial es una senda entre pinos que tiene algún paso que nos obliga incluso a
gatear.
Una hora después, 30 minutos
antes de lo previsto, estamos preparados para encarar la Pedrera. Parada
técnica de avituallamiento y comienza lo duro. En 1Km subiremos 500m de
desnivel. Cada uno a su ritmo haciendo alguna espera. Seguimos los caminos de
la derecha y sin darnos cuenta nos desviamos del camino fijado y llegamos a un
collado intermedio(13:00) Lo utilizamos de reagrupamiento y para que Jordi
aproveche a hacer sus pinitos de escalada.
Cresteamos el collado y nos volvemos a meter en la Pedrera. Aprovechamos cada parada para mirar el paisaje a nuestra espalda… espectacular!!!
Efectivamente, la Pedrera tenía fin, llegamos al Bancal del
Moro(14:00). La dureza de la Pedrera y
el sol nos dejan un poco tocados. Teresa, tiene una rampa y prefiere esperar en
el bancal a que el Resto haga cumbre.
En 20 minutos hacemos cumbre. Nos enmudecen las vistas de los rascacielos de Benidorm,
por un lado y la sierra Aitana por el otro, el sufrimiento ha merecido la pena,
estamos arriba.
Unas fotos y bajamos a comer con
Teresa, que ya se encuentra recuperada.
Comenzamos el descenso por la cara
norte, el sol nos da un descanso y bajamos charlado distendidamente por una
senda que llega a una vía forestal. Nos falta agua por lo que decidimos
posponer la ascensión al Ponoig, en realidad estamos
deseando llegar a Finestrat para tomarnos una cervecita fresca.
Llaneando entre pinos que
afortunadamente comienzan a repoblar los daños de un reciente incendio, llegamos a nuevamente al punto de
partida.
Satisfacción por haber realizado
una ruta difícil y exigente que demuestra que el GM esta aún vivo. ¡Vale quien
sirve!